Sin menospreciar las dificultades que los grupos citados van a poner para que la Comisión llegue a conclusiones claras, es importante, aunque solo sea por la pena de banquillo, que se aireen los comportamientos de las entidades financieras, sin que ello sea un obstáculo a que otras organizaciones de afectados ejerzan las acciones legales pertinentes frente a los responsables. Pero aquí de lo que se trata es de enjuiciar políticamente a las entidades y sobre todos a los órganos administrativos y políticos obligados a la supervisión y defensa de los consumidores, en este caso de los consumidores de servicios financieros, o la función de supervisión que sobre las Cajas catalanas tiene la Generalitat y eso es lo que debemos aflorar porque esos mecanismos no han funcionado, si ha habido connivencia entre poder político y el financiero, contra el interés general.
Animo a todos los conciudadanos afectados, a que se dirijan a nuestro grupo parlamentario que tiene un enorme interés en que se diriman las responsabilidades. En conocer los casos concretos, y los engaños que han sufrido cada impositor con las obligaciones “preferentes” .
C’s#investigacionbanca
http://blog-cs.com/parlament/2012/07/15/comision-de-investigacion-de-las-entidades-financieras-2-comissio-dinvestigacio-de-les-entitas-financeres-2/
Ahora tres años después me acuerdo de un incidente que tuve en una presentación del Informe de Coyuntura Socioeconómica de Mataró, presentado por el Josep Ibern i Gallart y el alcalde en aquel momento 2009 Antoni Barón i Espinar. Cuando después de intentar convencernos a los asistentes en su mayoría cargos electos, ciudadanos notables y el propio personal de la Caixa Laietana, por parte del entonces Director General de la Caixa Laietana que la crisis era una cuestión “sicológica”, que no pasaba nada e invitaba a los asistentes a seguir consumiendo como antes, cuando ya se estaba cayendo todo, y el castillo se estaba deshaciendo como un castillo de azúcar. Ante tanto disparate y con mi experiencia en ver como se estaban hundiendo las empresas al mí alrededor, como se estaban volatilizando los patrimonios, y cómo caíamos en picado. Me levanté al final del acto y le pregunté al Sr. Ibern que cómo si la crisis solo era “sicológica” ellos mismos estaban restringiendo el crédito y colapsando a las empresas, a lo que me contestó negándome la mayor, que no habían dado orden de restringir el crédito, a lo que intenté replicar y entonces el inefable Alcalde, interrumpió y dijo "se ha acabado el turno de preguntas."
La cuestión era que hacía unos pocos días la Caja Layetana había hecho una judiada a un cliente mío digna de enmarcar. El susodicho cliente tenía una póliza de crédito en dicha entidad, y el saldo lo tenía totalmente dispuesto. Al llegar al vencimiento el director de la sucursal le recomendó que cubriera el préstamo mientras durara la renovación, que esta no tenía ningún problema, que era un mero trámite, como había sido en otras ocasiones. Mi cliente le interpeló que otras veces se había renovado sin necesidad de cubrir la póliza, pero éste le contestó que ahora habían cambiado las directrices. Ante esta demanda de la entidad mi cliente le pide prestado a su abuela el dinero del préstamo con la postilla de que era para unos pocos días mientras renovaba la póliza, la abuela accedió a ello. Cómo no ayudar a un nieto. Pues bien en el momento en que la Caja Layetana tuvo cubierto la póliza le comunicó a mi cliente que ya no se le renovaba más la póliza.
Y pocos días después me encuentro con que el Director General de la entidad nos explica que la crisis es un problema sicológico. Y todavía los directores de las sucursales que me conocían se me arremolinan y me dicen “cómo nos haces esto”. A lo que les contesté que era un cargo electo y cómo mínimo tenía la obligación de expresar los problemas que estaba sufriendo la sociedad.
No olvidaré que no hacía muchos meses había presentado una moción a favor de la dación en pago para evitar la ruina de los hipotecados que empezaban a ser desahuciados y que además de perder el piso acababan en una forma de muerte civil, propuesta que me costó que se la estudiara Quiti Guiraó de Iniciativa, y que no fue apoyada por nadie, tendrían que pasar más de dos años y muchas víctimas para que la mayoría se hicieran eco de la situación. Sin comentarios.
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