martes, 31 de marzo de 2009

Gustavo De Aristegui y mis interrogantes sobre el Islamismo




El pasado jueves vino a Mataró para presentar su libro “Contra Occidente”, el ilustre diputado Gustavo De Aristegui. Fue una charla muy amena en la que repasó, por una parte la política exterior del gobierno socialista, en especial mención al tema actual de Kosovo, y por otra, hizo una somera presentación de su libro “Contra Occidente”. En él repasa los actuales enemigos de occidente, haciendo hincapié en el movimiento antiglobalización y al Islamismo radical.
Nos dio detalles de cómo el movimiento antiglobalización, después de Seattle, se ha vuelto cada vez más violento y cada vez más organizado.
Y aunque ya somos conscientes del enorme peligro que hay en los grupos dominados por el Islamismo radical, nos confirmó que no se puede descartar que líen otro dos de mayo en cualquier sitio; en el estadio de fútbol del Calderón, en la plaza de San Pedro, etc. Igualmente nos detalló las distintas familias dentro del Islam radical: el Salafismo, el Tabligh, etc.
Cómo resumen personal creo muy interesante la disertación de Gustavo De Aristegui, aunque en la visión general del Islamismo no acabe de coincidir.
Personalmente creo que los europeos, estamos ante una encrucijada difícil de dirimir. He estado dos veces en Egipto, en una fui como destino turístico, y en la otra, en tránsito hacia Israel. También he estado en Marruecos.
De una de mis estancias en Egipto, recuerdo una anécdota muy ilustrativa sobre el Islamismo. Me encontraba paseando por una calle indeterminada del Cairo, el paisaje urbano se asemejaba a cualquier travesía del ensanche de Barcelona, era mediodía, y en plena vorágine del trafico cairota, un centenar de ciudadanos irrumpen en el cruce de dos calles, y se ponen a rezar en la calzada. Los militares armados con subfusiles, con las caras que denotaba su tensión y su enfado los rodean. Los coches paran los motores, se hace un silencio sólo roto por la oración de los fieles. La tensión se puede respirar en el ambiente y el rezo dura unos pocos minutos, que los militares toleran. Por fin se levantan los fieles y se van. Le digo a mi compañero de viaje: “esta gente ha estado rezando, pero evidentemente se estaban manifestando políticamente. Hemos presenciado una rebelión política con forma de plegaría”.
Otra imagen inconexa con la anterior. En un país con miles, tal vez millones de ciudadanos que, literalmente, no tienen más bienes que la ropa que les cubre, y una mínima cantidad de enseres personales, se ven coches de gama alta, alemanes en su mayoría, que no se ven circular ni por nuestras calles, y que literalmente los compran a metros. Es decir, un nivel de ostentación que para nosotros es de mal gusto.
Otra tercera imagen, cerca de la frontera con Sudan. Un guía nos dice: “allí está la frontera con Sudan”. Delante nuestro aparece un desierto sin ningún detalle que diferencie el paisaje más cercano del medio del más lejano. Conclusión, una frontera que es una línea trazada en un mapa.
El dictamen es sencillo. Dictaduras más o menos institucionalizadas, regimenes corruptos, represivos, y en algún caso literalmente genocidas. Mantenidos por una casta militar-funcionarial y con la ayuda indispensable de Occidente. Ante esta situación se levantan dos facciones: una política, el Islamismo mayoritario, que intenta encontrar cauces de participación política, otra el Islamismo radical, el Yihadismo o simplemente, terrorismo. Gustavo de Aristegui planteaba que el terrorismo islamista podía socavar la moral de Occidente, y que Occidente podía sucumbir ante ellos. Yo no lo creo. Los radicales Islámicos, ni aquí ni en ningún sitio, pueden hacer nada más que crear sufrimiento. Pueden crear mucho dolor y afectar a mucha gente, pero políticamente no son nada. Son sólo un problema policial. Cuando han estado en el poder en Afganistán, Chechenia, no han sido capaces de estabilizar un régimen. Su radicalidad es incompatible con la sociedad actual.
Ante esto, se me plantea una serie de interrogantes: ¿Porqué Occidente prefiere las dictaduras a la democracia en el mundo Islámico?, ¿Somos suficientemente democráticos para aceptar cualquier resultado de las urnas en el mundo?, Cuando Occidente habla de Islamismo moderado, ¿ de quién habla, de los moderados o de los corruptos?, ¿Es posible que se prefiera luchar policial y militarmente contra el radicalismo Islámico que negociar políticamente con el Islamismo moderado?, ¿Nuestras empresas podrían mantener las actuales relaciones comerciales con regímenes no corruptos en el mundo árabe?, ¿En Sudán las empresas Chinas han barrido a las Europeas por presiones políticas o porque son más competitivas? Si el mundo árabe-islámico entrara en un proceso de integración regional semejante al europeo, ¿necesariamente debería ser hostil a nuestros intereses? El progreso, social, político y económico del Oriente medio y en especial del Oriente cercano, ¿nos favorecería o no? A veces me alegra dedicarme sólo a la política de Mataró.
El artículo para mis vecinos musulmanes.

يوم الخميس الماضي قدم إلى ماطارو من أجل تقديم كتابه " في مواجهة الغرب " النائب قوستافو دي أريستغي
المحاضرة كانت جد مهمة تناول من خلالها السياسة الخارجية للحزب الإشتراكي الحاكم و على وجه الخصوص الموضوع المتعلق بكوسوفو
من جانب أخر تم تقديم الكتاب الذي عالج من خلاله ظاهرة العداء للغرب و حدد الأعداء الحاليين للمجتمع الغربي الذين إختزلهم في الحركة المناهضة للعولمة و الإسلام المتطرف
و قد شرح كيف أن الحركة المناهضة للعولمة و خصوصا ما بعد سياتل أصبحت أكثر عنفا وأكثر تنظيما
و رغم أننا واعيين تماما بمدى خطورة الحركات الإسلامية المتطرفة فقد أعاد النائب التأكيد على إمكانية تكرار أحداث من قبيل الثاني من ماي و قد يكون ملعب كالديرون أو ساحة سان بيدرو مسرحا محتملا كما قدم شرحا مفصلا عن أنواع التوجهات الإسلامية من قبيل السلفية و التبليغ ... الخ
كخلاصة شخصية أجد أن الشروحات المقدمة من طرف النائب غوستافو مهمة جدا رغم أنني لا أتفق معه في رؤيته العامة حول الإسلام
أعتقد شخصيا أن الأوروبيين في وضع لا يمكن تفسيره نظرا للمواقف المتباينة التي يقدمونها حول البلدان الإسلامية
فقد زرت مصر مرتين كانت إحداهما من أجل السياحة و الأخرى مرورا للذهاب إلى إسرائيل كما أنني زرت المغرب
عندما زرت الأراضي المصرية أتذكر واقعة جد معبرة جول الإسلام فعندما كنت مارا في إحدى شوارع القاهرة التي لا يمكن تمييزها عن شوارعنا الكبرى في برشلونة و كان الوقت زوالا ووسط حركة المرور الصاخبة توقف حوالي مائة شخص مسلم في إحدى التقاطعات لأداؤ الصلاة تحت حراسة العسكريين المدججين بالسلاح و ملامح يعلوها الغضب و التوتر البالغين
أما السيارات ز الشاحنات فلم يبق لهم بد إلى إيقاف المحركات و الإنتظار ريثما تنقضي الصلاة لمواصلة حركة المسير بعد بضع دقائق
عندها قلت لمرافقي : “ هؤلاء الناس كانوا يصلون لكن هناك أمر أخر أكثر أهمية وهو أن الأمر في حد ذاته تعبير سياسي في شكل صلاة " صورة أخرى مختلفة لكنها تبين مدى الفارق الإجتماعي المهول بين مختلف طبقات المجتمع ففي بلد حيث الألاف بل الملايين لا يملكون شيئا سوى الثياب التي يرتدونها و بعض الحاجيات و الأغراض الشخصية في المقابل تجوب الشوارع سيارات فارهة ألمانية الصنع في معظمها لا نراها حتى في شوارعنا
صورة أخرى لا تقل أهمية عن الصور السابقة فعلى مشارف الحدود السودانية يخاطبنا المرشد السياحي قائلا : “ هناك هناك حيث الحدود السودانية المصرية " و المشهد لا يوجد فيه أي معالم حدود سوى صحراء قاحلة في كل الإتجاهات فالحدود لا توجد إلا بالخرائط
الخلاصة بسيطة فنحن أمام ديكتاتوريات مؤسساتية و أنظمة فاسدة و قمعية و في كثير من الأحيان مجرمة تحكم الناس بقوة السلاح و تحافظ على بقائها من خلال ترسانة عسكرية و مساعدة غربية
إن هذه الوضعية تفضي بنا إلى إتجاهين
الأول سياسي متمثل في الأغلبية الإسلامية التي تبحث عن مجال و حيز لتحقيق مشاركتها السياسية
و اتجاه راديكالي متطرف الذي يتولد عنه كل أنواع الحركات الإرهابية و حركات الجهاد
النائب غوستافو دي أريستسغي يؤكد من خلال كتابه أن الإسلام المتطرف يمكن أن يغير مشاعر الغرب لكنني لا أتفق معه بل أعتقد أن الإرهاب لا يمكن أن ينتج عنه إلا الألام للعديد من الناس أما على المستوى السياسي فهو لا يمثل شيئا على الإطلاق و يتعلق الأمر فقط بمشكل أمني بالدرجة الأولى
و الدليل أن حركة طالبان أو متطرفي الشيشان لم يتمكنوا من صياغة و إقرار نظام فتطرفها لا يتناسب مع الواقع و الأوضاع الحالية
أما هذه الوضعية تحضرني مجموعة من الأسئلة
لماذا يفضل الغرب الأنظمة الديكتاتورية في البلدان الإسلامية بدل التعامل مع الديموقراطيين ؟
هل نحن ديموقراطيين بالفعل و قادرين على تقبل نتائج الممارسة الديموقراطية في كل مكان في العالم ؟
عندما يتحدث الغرب عن الإسلام المنفتح و المتسامح ماذا يقصد هنا المنفتحين أم الفاسدين ؟
أليس جديرا بنا أن نتفاوض مع الإسلام المتسامح بدل شن حروب ضارية ضد الإسلام المتطرف؟
هل تستطيع شركاتنا المحافظة على العلاقات التجارية مع الأنظمة الإسلامية المعتدلة ؟
هل السبب في سيطرة الصين على الأسواق السودانية راجع إلى الضغوط السياسية أم ان الأمر يتعلق بالمنافسة التجارية البحتة ؟
إذا عمدت البلدان الإسلامية إلى الإندماج ضمن دينامية سياسية مماثلة أو شبيهة بها هي عليه في أوروبا
هل يتوجب عليها أن تحافظ على مصالح الغرب كشرط؟
هل يمكن إعتبار التقدم في بلدان العالم التالث مفيدا أم أنه مصدر تهديد ز مضر بالغرب ؟؟
الحقيقة في بعض الأحيان أشعر بإرتياح شديد لأنني أمارس السياسة على مستوى محلي بماطارو

sábado, 21 de marzo de 2009

Hola a todos, adversarios, compañeros de partido…ínter nautas y amigos.


Hoy pongo en marcha este blog. Lo concibo como una plataforma virtual, en la que poder elaborar y presentar mis opiniones sobre los distintos problemas y realidades que nos circundan, ser un instrumento de elaboración y de discusión de ideas y posturas.
En segundo lugar, y dada mi presencia en el Ayuntamiento y en la política municipal, no puedo obviar que también espero que sea una plataforma de explicación y, por no decirlo, de defensa de las posturas que mantengo. Por último, también me interesa darme a conocer. Soy una persona que para bien o para mal tengo una larga trayectoria política, fruto de los años y, por qué no decirlo, de un compromiso político muy temprano. Pero esa larga trayectoria ha sido objeto de disfunciones en la apreciación que se tiene de mí. No puedo olvidarme de que muchos de los informadores que elaboran la comunicación local en aquellos años no habían nacido o eran unos niños. Sé que en la Facultad, y en su formación, están ampliamente informados sobre el pasado, pero es difícil situarse en un momento en que todavía uno no ha nacido máxime cuando ese periodo, al ser muy cercano, aún tiene muchas circunstancias que alteran una apreciación objetiva de la historia. Por ello, lo primero que he escrito son dos artículos: uno sobre los condicionantes familiares y en especial del entorno en que he vivido, los primeros años de vida que son los que más te condicionan; y otro también muy largo sobre mi trayectoria política: dónde he estado, el por qué, y el porqué de los cambios. Estos dos artículos son muy largos, todos tenemos unas circunstancias familiares y sociales, y todos tenemos una mayor o menor trayectoria política, pero he creído necesario y positivo incluirlos, porque cómo no tengo nada que ocultar ni de qué avergonzarme, inclusive en aquellas posturas políticas que hoy en día no mantengo. Unas son posturas de juventud, otras son posturas de madurez, y citando a W. Churchill:”quién a los veinte años no es revolucionario no tiene corazón y quien a los cuarenta no es conservador no tiene cabeza".

Mi entorno y mis vivencias familiares





En este primer apartado no es mi interés realizar una biografía personal o familiar, sino reseñar cuales son las vivencias que más me han condicionado políticamente, que creo que es lo que más puede tener interés para este blog.

Últimamente está muy en boga hablar de la Guerra Civil o a la Posguerra. Por suerte a mi familia la Guerra Civil les cogió bastante bien; a unos les pilló ya mayores y otros muy niños o no habían nacido, con lo que la guerra se circunscribe a una serie de anécdotas familiares. Una de ellas explica por qué mi padre, nacido en Vilanova i la Geltrú, se vino a vivir a Mataró con siete años, después de que los nacionales bombardearan la eléctrica donde trabajaba mi abuelo.

De todas las influencias que he tenido, creo que la más importante y la que más me ha condicionado políticamente es el haber vivido en una familia y en un barrio catalán. Muchas veces cuando comento cualquier tema, cualquier enfoque sobre un asunto noto claramente que hay planteamientos que son difícilmente comprensibles porque en especial en mi partido lo mayoritario son personas que o bien no han nacido en Cataluña, o bien han nacido aquí pero han crecido en una familia cuyo origen está en otras regiones de España.

Pongo un ejemplo: Un comentario muy habitual últimamente es asociar delincuencia con inmigración. Hace pocos días un amigo y simpatizante me comentaba con bastante ingenuidad cómo si me fijaba cada vez que se sabe de algún delito por los medios de comunicación detrás hay un inmigrante, y que si estos no estuvieran aquí viviríamos en un oasis de paz social. ¿Qué le contesté yo? Que ese mismo razonamiento lo he estado padeciendo veinte años de mi vida. Mi padre se ha pasado toda la vida, desde que tengo uso de razón, señalando los apellidos de los delincuentes cada vez que por televisión o radio salía un hecho delictivo en Cataluña. Siempre se fijaba que los apellidos eran Cuenca, Martínez, Gutiérrez, González, Expósito, etc. y acababa comentando: “ fixa‘t si no fos per aquesta merda de xarnegos que bé viviriem” o algo más radical: “no hi ha castellà bo”… y otras lindezas por el estilo. Cuando le hice este comentario a mi amigo no pudo menos que verse en el espejo, aunque sea mentalmente, y por lo menos dudar de sus creencias para apostillarle con una frase hecha, muy típica del discurso marxista, aunque sea extraño que utilice ese imaginario: ‘la cadena se rompe por el eslabón más débil‘.

Otro ejemplo, también muy actual, es lo difícil que es tener una perspectiva adecuada de Cataluña, por ejemplo asociar nacionalismo a un efecto de la política nacionalista después de la dictadura, cómo si antes no existiera, o asociar nacionalismo con la izquierda. Cuando el catalanismo excluyente en el que vivimos es algo mucho más transversal sociológicamente, y que tiene que ver más con una forma de fundamentalismo casi religioso, que con unas opciones políticas. Un ejemplo familiar muy significativo: recuerdo una comida de las muchas que organizaba un tío mío, una comida que casi siempre incluía langosta comprada ritualmente en la Boqueria (así que no precisamente era una comida de proletarios, ni de gente de izquierdas) en la que casi se llegó a las manos porque mi tío le dijo a mi tía que descorchara una botella de cava cuando salió por la tele la noticia de que ETA había asesinado a alguien (no me acuerdo de quién, algún guardia civil o militar).

Mi padre siempre ha sido muy catalanista pero, por suerte, no simpatizaba con ningún otro irredentismo. A excepción de los catalanes (“la gent com cal”) y de los franceses, nadie se salvaba de la quema, ni vascos, ni gallegos y menos aún “els castellans", que según su geografía particular son los que viven entre Machichaco, en Asturias, y Punta de Tarifa. Debo decir que gracias a esas posiciones poco politizadas no tuvo que tragarse el sapo que fue para toda esta gente el atentado del diecinueve de junio del ochenta y siete.

Poca gente es tan consciente de la enorme fuerza movilizadora que tiene el discurso del miedo que pregonan las fuerzas nacionalistas-soberanistas. Cuando pregonan el fin del catalán, cuando pregonan que no se habla en catalán, que el catalán está acabado, o que está amenazado, estos discursos automáticamente crean una adhesión total, irracional e incondicional. Ya pueden ser unas fuerzas políticas nepotistas, ineficaces, despilfarradoras, corruptas y que están en íntima contradicción con los valores que han hecho de Cataluña la región más prospera de España. Todo se les perdona, todo se obvia. De alguna manera una parte de la población del Principado está secuestrada emocionalmente por el nacionalismo-soberanismo, con dos mentiras principales: una ya la he mencionado y la otra es vincular la pervivencia del catalán y la consecución de una sociedad monolingüe a la consecución de un Estado propio. Mentiras ambas, porque el catalán como lengua tiene una salud envidiable, y si no fuera porque en un mapa etnolingüístico el catalán está encajado entre el francés y el castellano, dos de las grandes lenguas del mundo, y lo estuviera por ejemplo flanqueado por el letón, el estonio, o el maltés, otra percepción habría. La segunda mentira, es querer negar la realidad, el día después de la independencia todo seguiría igual, salvo que se impusiera un régimen dictatorial.

Mi casa no era precisamente el lugar donde estaba más a gusto. Aunque mi familia gozaba de una buena situación económica, mi padre regentaba un taller de automóviles, mi infancia fue sórdida, a veces hago el chiste de que “L’Auca del seynor Esteve” no es una caricatura, que es real y que yo viví en ella. La relación con mi padre no era buena pero ahora, con el paso de los años, los dos hemos asumido que no me puede cambiar a mí, pero también he comprendido que las personas no son tan libres como pensamos, que las emociones inculcadas desde el albor de la vida, la concepción del mundo, la cultura en la que te han sumergido, las filias y las fobias con las que te han amamantado, te condicionan para lo bueno y para lo malo el resto de tu vida, y a veces todo ello se transforma en un lastre que arruina relaciones, sentimientos, etc. De esta vivencia personal he sacado como consecuencia mi adhesión a una concepción multicultural de la sociedad, idea bastante herética en mi partido pero que yo creo que igual que se asume la sociedad multirracial, porque se da por sentado que no se puede cambiar de raza, igualmente se debería asumir que la cultura no es tan versátil como algunos creen y que pudiera ser que es tan difícil cambiar de referencias culturales, de identidad como cambiar la melanina en la piel.

Retomando el hilo de la exposición, como en casa no estaba muy a gusto he vivido mucho con mi abuela y con una tía soltera que vivió con ella hasta que se murió. Mi abuela tenía muchos otros nietos, pero sentía un grandísimo afecto nada disimulado por mí. Era una mujer muy inteligente, radicalmente de derechas, que enviudó joven, con cinco hijos pequeños. Aunque casada con un esposo de familia militar de alto grado (mi bisabuelo era general) por una serie de malas inversiones se encontró sin recursos y se puso a trabajar inmediatamente en una de las organizaciones del Movimiento: Auxilio Social, hasta que a finales de los años cincuenta, con el proceso de desfalangización del régimen, se cerraron muchas de sus organizaciones y se quedó sin trabajo. Fue entonces cuando decidió venir a Cataluña con sus hijas pequeñas (entre ellas, mi madre). Mi abuela y mi tía hacían una pareja entrañable. Mi abuela era muy autoritaria, todo el mundo excepto yo la trataba de usted, pero conmigo siempre fue muy cariñosa. Teníamos una enorme complicidad. Mi madre me contó que antes de morir, en un momento de desvarío preguntó primero por su “niño pequeño” (yo) y después por su madre. Mi abuela y mi tía ejercieron una gran influencia sobre mí. Desde pequeño me llevaban a museos, a eventos culturales, y al volver a casa me esperaba una exquisita comida preparada por mi abuela con alguna delicatesen. De ellas obtuve mi fascinación por la cultura, la pintura y las antigüedades, y un amor por las cosas de calidad. Según su filosofía: “aunque no seas rico puedes acceder a cualquier lujo, si lo buscas en una pequeña medida y sabes priorizar en la vida”. Decían que la ropa barata y de moda era para ricos y que los pobres teníamos que comprar la ropa cara y clásica…eran entrañables.

La tercera persona que más me ha influido, y no porque sea menos que las otras dos que ya he citado es mi madre. Es una persona muy distinta a su madre y su hermana, radicalmente conservadoras. Mi madre siempre ha sido rebelde, una inconformista. Entre su carácter y su formación en un Valladolid de la posguerra, donde bebía de consignas emanadas directamente de los antiguos camisas viejas, de los fundadores de la Jons, de aquellos que en plena República asumieron un compromiso social creando cooperativas agrarias y que siempre mantuvieron un compromiso social y de recuperación regionalista; y por otra parte de muchas organizaciones de base católicas de indudable compromiso social, se forjó una persona comprometida con España y la justicia social, poco amante de los privilegiados y ante todo rebelde contra cualquier injusticia. En pleno franquismo, en una época en la que todo el mundo callaba, la había visto enfrentarse con funcionarios porque estaban actuando incorrectamente, o porque no se daba respuesta a una injusticia o una necesidad. Ella se alineaba en lo que podíamos llamar la izquierda del régimen, simpatizaba con Licinio de La Fuente, y durante su estancia en Mataró colaboraba con la parroquia dando catequesis a los niños. Siempre ayudaba a los más desfavorecidos, y a los que no sabían reivindicar sus derechos.

De mi madre he sacado mi hondo españolismo. Un españolismo que ella siempre ha rechazado cuando ha sido “facha” porque aunque la acepción más conocida de “facha” es fascista, mi madre traduce “facha” por “fatuo, estúpido, arrogante”. Para ella, la canción “Mi querida España” www.youtube.com/watch?v=qOPaLLpoFzk de Cecilia no era una canción, era decálogo ideológico. En ese mismo sentido, “Don Roque” era el exponente del catolicismo sencillo, cercano, cálido y comprensivo lejano del espíritu inquisitorial, más amante de los santos que de los dogmas.
Con una vida azarosa, llena de equivocaciones y de cambios, mi madre siempre me ha educado en la valentía para afrontar el futuro, el inconformismo con la injusticia y la necesidad de rebelarse ante la infelicidad. Me inculcó que luchar por felicidad es una obligación en la vida y que, aunque las cosas se pongan mal, a la mañana siguiente volverá a salir el sol. Su estancia en Cataluña fue una época penosa en su vida, de la que extrajo un importante saber: el amor por el trabajo autónomo, por los negocios, lo poco que los años de matrimonio con mi padre le influyeron en su vida. Un mes de enero del año setenta y seis cogió un autobús y se fue a montar una peluquería en Valladolid, contra la opinión de mi abuela y mi tía. No tomó la decisión de separarse, pero sí la del “ahí te quedas”. La vida le deparó lucha y privaciones, pero al final consiguió rehacer su vida y conseguir su pequeño camino hacia la felicidad.
NOTA Esta entrada en mi blog se realizó el 21 de marzo del año 2009, en aquel momento militaba en el Partido Popular, cuando me refiero a mi partido me refiero al Partido Popular, he preferido porque considero más auténtica no cambiar esta entrada, aunque como se puede comprobar ahora ya no milito en el Partido Popular sino que estoy en Ciutadans, y la verdad esas faltas de sintonmía a las que me refiero en este artículo no se dan en mi actual militancia, Ciudadanos es un partido más abierto, plural y donde es más facil sentirse integrado en una rica diversidad.