sábado, 19 de diciembre de 2009

El Pleno de diciembre discute una moción de apoyo a los editoriales de los diarios catalanes

Foto e inserción publicada en el Tot Mataro i Maresme el 11 de diciembre nº 1412

Referente éste tema, todo el mundo sabe mi postura: “No al Estatut”. Y sigo diciendo “NO” como catalán porqué el “Estatut” nace como una norma con vocación constituyente, instituyendo un marco jurídico institucional absolutamente intervencionista, en que la Generalitat se instituye como el “Gran Hermano” que todo lo ve y todo lo controla, y Cataluña recrea una especie de “ habitación 101” de la gran novela de George Orwell “1984”. Una Cataluña en la que se tira por la borda la riqueza que hasta ahora habíamos tenido de preeminencia de al sociedad civil, del emprendedor individual, del individuo frente a la burocracia. Digo “No” como español, porqué no puedo compartir una norma que impone un unilateralismo que produce vergüenza ajena. ¿Cómo es posible que los adalides de la autonomía obvien que hay 16 autonomías más y se erijan en una prepotente actitud de pacto con España? Si tuvieran que pactar con alguien deberían pactar con las otras 16 comunidades. Este planteamiento es como un esposo que a un mediador conyugal le dijese que quiere imponer una serie de condiciones a su matrimonio, el mediador no entendería nada, en todo caso tendría que imponer sus condiciones a su esposa, de cómo quiere que sea en el futuro su relación.

En segundo término, además de no compartir el Estatuto, considero que hay elementos más que de sobra para considerarlo contrario a la Constitución. Independientemente de cómo se pronuncie el Tribunal Constitucional, pero éste será tema para otro artículo. Yo adelanto que una vez resuelto los recursos de inconstitucionalidad presentados, el texto resultante deberemos acatarlo pero ello no es óbice para que no estemos de acuerdo, como no estamos de acuerdo con otras muchas leyes vigentes.

Ahora aparece una corriente que intenta minimizar el efecto de esta norma, diciendo que lo importante son los temas que más nos afectan actualmente, como la crisis. Y tienen razón, pero no podemos actuar como el avestruz. Este Estatuto, una vez desarrollado, en quince años nos lleva a una Cataluña con unas leyes absolutamente distintas a las del resto del país, en casi todos los ámbitos (educación, sanidad, ocio…etc), donde los compatriotas que vengan a visitarnos se encontraran con una lengua obligatoria que ellos desconocen (como si fueran a Francia, Inglaterra o Alemania); que los funcionarios (como los Jueces, Catedráticos de Universidad…etc) tendrán dificultades en trasladase a esta parte del territorio español porqué hay una lengua obligatoria que deben aprender como condición previa…Cuando se materialice ese escenario ¿que distancia nos separará de la secesión?

Y en esa controversia política a causa del Estatuto, los diarios de Cataluña se unen en publicar un editorial donde vinculan la constitucionalidad del Estatut con la dignidad de Cataluña. Es decir; que si no compartes dicha norma eres indigno de Cataluña, y en ese mismo ambiente un ex conseller de la Generalitat, político de CiU y empresario importante, declara que nos deberían matar a todos los del PP de Cataluña y tarda una semana en retractarse y asegurar que lo decía en broma.

Todo ello lo interpreto como una forma de intimidación política y mediática, y ante ello creo que una salida de tono era lo que tocaba.