miércoles, 6 de julio de 2011
YO ACUSO
“J’ accuse” es el inicio de una carta publicada en el diario L’ Aurora dirigida al presidente de Francia del famoso escritor Ëmile Zola defendiendo al capitán Alfred Dreyfus. Este recurso retórico se ha utilizado profusamente a partir de ahí. Yo lo recupero para exculpar a la ciudadanía del éxito electoral de “Plataforma per Catalunya” y acusar directamente al Alcalde Joan Antoni Barón y a su equipo de gobierno en los últimos dos mandatos de ser los causantes por omisión del éxito de las tesis xenófobas de este grupo político.
En el mandato 2004-2007 estuve participando en el Consell Municipal Per La Convivència. En él se iba haciendo un seguimiento del “ Pacte per la Nova Ciutadanía”, las políticas que de el derivaron fueron exitosas en muchos campos, en especial en lo que se denomina la “Acollida” siendo Mataró un referente a nivel de Cataluña, e incluso del resto de España. Me consta haber recibido personas de otras comunidades autónomas interesadas en el modelo “mataroní d’ acollida”. Pero en dicho mandato ya fui consciente de una carencia muy importante en el mencionado programa de actuación, faltaban las acciones dirigidas hacia el colectivo autóctono. Era desolador cómo iban creciendo los argumentos xenófobos entre la población sin que nadie hiciera nada por rebatirlos. Estas consideraciones fueron reiteradamente expuestas en multitud de reuniones tanto abiertas en el “Consell per la Convivència” como dirigiéndome personalmente tanto a Josep Palacios “Cap de Servei de Nova Ciutadanía” como al propio regidor responsable en aquel momento, Oriol Batista, tristemente fallecido hace unos pocos meses. La respuesta era que el “Pacto per la nova ciutadanía” estaba cerrado y que las políticas que se realizaban eran para implementar dicho acuerdo de las distintas formaciones políticas y eso que esta preocupación no era personal habían muchos otros participantes en el Consell con similares peticiones. No puedo por menos que hacer justicia y señalar al representante de las AA.VV. que defendió la misma demanda e incluso la loable campaña que AA.VV. realizó en la Televisión de Mataro ( TVM) en este sentido. Una campaña con muy buenas intenciones aunque con un resultado acorde con un diseño más voluntarista que profesional.
En el siguiente mandato, 2007-2011 tuve la oportunidad de ser parte de los ponentes que elaboramos el nuevo pacto, que con muchas dificultades fue aprobado por unanimidad entre todas las fuerzas políticas. Ya desde el inicio de las deliberaciones fue una de mis prioridades que se atendiera a una política activa de comunicación y que la convivencia no solo está determina da en acciones hacia los recién llegados sino también hacia los autóctonos, máxime cuando ya se perfilaba una profunda crisis económica que presagiaba que estos problemas se maximizarían. Así se lo hice saber tanto a Esteve Terradas como al final a Carlos Fernández que fue el que culminó el proceso de elaboración y del nuevo compromiso político entre todas las fuerzas del consistorio. En dicho pacto si se incluía dichas acciones. Y tanto en la “Comissió de Seguiment del Pacte Per la Nova Ciutadanía” como en el “Consell Municipal per la Convivència” estuve exigiendo que se materializasen dichas acciones. La respuesta fundamentalmente de Carlos Fernández regidor responsable, fue que habían otras prioridades presupuestarias. Cuando no, se decía sin rubor, que los rumores como eran falsos y no tenían fundamento no hacían falta rebatirlos. De todas formas puntualizaban que a ellos también les planteaban los ciudadanos esas dudas y comentarios y que reiteradamente los desmentían Ante esas escusas mi refutación era que las explicaciones que dábamos todos los responsables políticos del consistorio llegaban a relativamente poca ciudadanía y dado que teníamos unos costosísimos medios de comunicación directa e indirectamente vinculados al Ayuntamiento, ¿por qué no se utilizaban?, la respuesta era todavía más kafkiana, porque si se hacía una cuña por ejemplo en la Radio Mataró, o en la md1, contablemente el Ayuntamiento pagaba como cualquier otro anunciante, por esta lógica pone en entredicho la finalidad repetida hasta la saciedad de porqué debemos mantener unos medios de comunicación públicos costosísimos, si cuando necesitamos afrontar una campaña de comunicación el coste es similar a utilizar los medios privados.
La consecuencia de todo lo expuesto es como dice el refrán, quién calla otorga. Los rumores puede que se expandan por personas o grupos interesados en que prosperen las tesis xenófobas, pero muchas veces son persona sin ninguna intención las que distorsionan y multiplican un mensaje radicalmente falso aunque con alguna base real, y solo con una comunicación social clara y abierta se puede desmontar esos rumores que enervan a la población. Por ejemplo el famoso cheque que reparte el Ayuntamiento, rumor radicalmente falso, se basa en un famoso cheque que en un pequeño periodo de tiempo repartió la Fundació La Caixa, o lo de que los extranjeros no pagan impuestos se basa en unas exenciones fiscales que tienen las multinacionales cuando se asientan en España, todo ello con más o menos intención acaban siendo los rumores por todos conocidos.
En el seno del “ Consell per la Convivència” había miembros y no precisamente vinculados a la oposición de derechas que sostenían la tesis de que esta falta de voluntad política, esta dejadez, no era accidental que existía una intencionalidad política que se resumía en que igual que el Regidor no faltaba a ningún reparto de diplomas acreditativos de finalización del “Circuit d’Acollida” cuando no era directamente el Alcalde quien asistía, igualmente les interesaba un cierto grado de xenofobia difusa que sirviera para fidelizar políticamente a esos nuevos ciudadanos. Me cuesta creer esta hipótesis, no se si han actuado como aprendices de brujo y al final ha sucedido como al joven Icaro que han incendiado el mundo, pero el resultado con intención o sin ella es el mismo.
Casi al final del mandato, y poco antes de las elecciones autonómicas se inició la campaña “Ni Mes Ni Menys”. Una campaña pobre pues el mejor medio es el audiovisual, y en éste medio hacía poco hincapié y además estaba absolutamente viciada al superponerse con la precampaña electoral con lo que el mensaje quedaba diluido como otra propaganda electoral más. Así llegamos al momento actual, con una situación sociolaboral muy compleja, que aunque no sea responsabilidad municipal, crea estados de ánimo muy poco proclives a la convivencia, el hecho de soportar unos mecanismos legales, culturales, cuyo resultado es que muchos empresarios, autónomos y trabajadores están sufriendo la competencia desleal de las empresas regentadas y con mano de obra inmigrante. Si a todo ello sumamos el desprestigio de los partidos políticos tradicionales y la indignación general con la situación, el coctel está servido. Ahora parece que alguno se plantea judicializar la demagogia. La demagogia no se neutraliza en los juzgados, la demagogia se neutraliza en el debate con la sociedad, explicando la verdad de los hechos, la verdad de la situación, y explicando las consecuencias de tener una sociedad resquebrajada, con minorías despreciadas.
Pero en estos días de resaca electoral, no cabe estigmatizar a los votantes de estas opciones por más que no compartamos su voto. Debemos señalar a los tres responsables últimos de “Nova Ciutadanía” y especialmente al regidor socialista Carlos Fernández Báez, a la responsable del presupuesto municipal en el último mandato Montse López Figueroa , a la responsable de Bienestar social Carmen Esteban Sánchez y por último el propio equipo de gobierno tripartito encabezado por Joan Antoni Barón Espinar, del triunfo de la demagogia en Mataró.
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juan carlos, me ha gustado mucho este articulo.
ResponderEliminarun abrazo,
de tu amigo (si me lo permites decir)
Adam